martes, 8 de mayo de 2012

El 88% de los trabajadores de Banca Cívica teme perder su empleo

EL 92% CONSIDERA "INMORALES" LAS INDEMNIZACIONES DE LOS DIRECTIVOS
Los empleados lamentan la bancarización del sector y dan por segura la desaparición de la obra social de las cajas
JUAN ÁNGEL MONREAL - Martes, 8 de Mayo de 2012 - Actualizado a las 05:14h 
El 88% de los trabajadores de Banca Cívica teme en estos momentos por su empleo. Se trata de una de las conclusiones que pueden extraerse de una encuesta realizada a trabajadores del antiguo sector de cajas de ahorros y en la que el 92% considera además "inmorales" las indemnizaciones de los directivos, a los que culpan, junto a los políticos, del devenir de la entidad financiera.
PAMPLONA. La encuesta revela "la preocupación, el miedo y la incertidumbre de un sector castigado por las reformas que, a juicio del 99% de la plantilla, provocará una avalancha de despidos", explicó ayer en Pamplona Félix Torquemada, presidente de la Fundación Deas, del Sindicato Independiente de Cajas y Afines (Csica). Torquemada repasó las principales conclusiones de un estudio en que queda claro que el 73% de los trabajadores del sector ve "precipitada" la reforma del sector financiero. "Se ha hecho sin consideración a los empleados y a los impositores, y sin prudencia, e impulsada en ocasiones los intereses personales de los altos ejecutivos".
"Los trabajadores -explicó Torquemada- no niegan la necesidad de reforma, pero entienden que la desaparición de las cajas no era necesaria" y que no había que bancarizar las entidades para despolitizarlas. "Para sacar a los partidos de los consejos bastaba un Decreto Ley, como bastó cuando se decidió incluirlos", dijo Torquemada, quien insistió en que los trabajadores del sector "han pagado los platos" de una nefasta gestión "antes, durante y después" de las reformas.
Desde la fundación Deas advirtieron asimismo de que la principal consecuencia del actual proceso podría ser la desaparición de la obra social de las cajas de ahorros, algo que ve claro más del 82% de los trabajadores de Banca Cívica. Esta entidad, integrada por Caja Navarra, Cajasol, Caja Canarias y Caja Burgos, afronta su disolución dentro de Caixabank, la única de las antiguas cajas que, de momento, ha conseguido mantener su obra social. La exclusión financiera de una parte de la sociedad y la pérdida de cercanía con los clientes (53,88 %) serán a juicio de los trabajadores otras de las consecuencias de la desaparición sector de cajas, que antes de la crisis llegó a suponer el 51% del sector financiero español. La mitad de los cuales teme que los nuevos recortes de personal se hagan de manera indiscriminada, más allá de criterios de edad y antigüedad, como ha sucedido hasta el momento.
Torquemada se lamentó en este sentido del escaso peso que ha tenido la opinión de los trabajadores a la hora de afrontarse la reestructuración del sector, sin valorarse la "experiencia" de muchos de ellos. Más de la mitad dice además haberse ido enterando de los sucesivos cambios a través de la prensa. Estos trabajadores consideran que sus superiores carecen "de legitimidad moral" para embolsarse millonarias indemnizaciones, mientras "los empleados hacen el esfuerzo de tener los salarios congelados".