jueves, 5 de julio de 2012

BANCA CÍVICA QUIERE CONSTRUIR UN CENTRO COMERCIAL EN ISLA MÁGICA DE SEVILLA

Banca Cívica, propietaria en un 83 por ciento de la sociedad Parque Isla Mágica, Pimsa, asegura tener inversores interesados en entrar en el parque temático o desarrollar la nueva edificabilidad que le otorgó el PGOU, pero las empresas interesadas condicionan su participación a que la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla modifique el PGOU para hacer una gran superficie comercial que haga rentable el proyecto, según un informe de gestión de la empresa que será presentado el 28 de junio a la junta general de accionistas.

El PGOU de 2006 dotó a Isla Mágica de nueva edificabilidad de 57.305 metros cuadrados de usos terciarios para hacer rentable el parque: 45.407 metros cuadrados sobre rasante de usos urbanísticos terciarios, hotel, comercial, oficinas..., en el parking de turismos y 11.898 metros cuadrados en la parcela del parking de pases, fuera del parque temático, junto al puente de la barqueta.
En cuanto a la parcela en la que es posible construir 45.407 metros cuadrados de usos terciarios, la propuesta de uso que cobra más fuerza es la instalación de una gran superficie comercial, «para lo cual -dice- se están realizando gestiones con la Administración para modificar el uso previsto en el PGOU de Sevilla».
Pimsa, cuyo director general es Antonio Peláez y cuyo presidente es el socialista Luis Navarrete, admite en su informe de gestión que existen inversores interesados para desarrollar y ejecutar proyectos en las parcelas de los aparcamientos de turismos y abonados, o bien para ser gestores del parque, «pero condicionando ciertas modificaciones urbanísticas».
Hasta ahora, Isla Mágica ha tenido que recibir periódicamente inyecciones de liquidez de Cajasol, primero integrada en Banca Cívica y ahora fusionada con Caixabank, para poder sobrevivir, ya que el parque es un atractivo turístico para la ciudad pero no genera suficientes ingresos para ser rentable. De hecho, la empresa reconoce en sus cuentas que existe un riesgo de liquidez «por la posibilidad de que la sociedad no pueda disponer de fondos líquidos o acceder a ellos, en la cuantía suficiente y el coste adecuado, para hacer frente en todo momento a sus obligaciones de pago».
Banca Cívica llegó a plantearse el futuro de Isla Mágica, si no encontraba nuevos socios en 2011. Llegada la fecha, no sólo ha mantenido abierto el parque, sino que en enero de 2012 aportó la última cantidad necesaria para evitar su declaración de quiebra: primero redujo su capital en 14,4 millones para absorber pérdidas y después amplió en 9,8 millones de euros.
Hasta la fecha, sólo ha trascendido el interés por Isla Mágica de Martín Casillas e Inverco, dispuestos a invertir 250 millones «para hacer algo completamente distinto de lo que hay ahora»