lunes, 30 de julio de 2012

Repsol y Telefónica complican el ejercicio de La Caixa

http://www.elboletin.com/index.php?noticia=57929&name=economia 
Las cifras hechas públicas por Caixabank, el banco controlado por la Caixa que posee el 61% de su capital, en su última presentación de resultados han inquietado a algunos analistas que esperaban que la caída del beneficio fuera inferior al 80% registrado. Las nuevas exigencias de capital impuestas por las dos últimas reformas financieras, los problemas de Repsol y el ajuste de Telefónica han complicado el horizonte de la entidad financiera que ya no aparece tan despejado como antes.

Aún así, Caixabank ha dado un gran paso adelante al provisionar 3.735 millones de euros para cumplir con los dos decretos de reforma financiera del Gobierno que obligan a las entidades financieras a aumentar su capitalización. La cantidad sirve para dejar zanjados los saneamientos previstos en el primero de ellos, 2.736 millones en total y aporta 299 adicionales a cuenta de la cantidad necesaria para cumplir los requerimientos del segundo.

Una partida cifrada en 2.102 millones que no tiene que estar cubierta hasta junio de 2013 y de la que, por el momento, aún faltarían 1.903 millones por materializar. La cantidad no es excesiva y nadie duda de que Caixabank llegará a tiempo para cumplir con el decreto. Pero, también es verdad que algunas de la entradas de capital con las que contaban los gestores de la antigua caja, no van a llegar.

Por ejemplo, La Caixa no podrá contabilizar en su balance cerca de 557,20 millones de euros que esperaba recibir de Telefónica en concepto de los dividendos correspondientes a la participación del 5,44% de la operadora que posee. Pero la compañía, que sigue a rajatabla el programa previsto para reducir su deuda, ha anunciado que suspenderá el dividendo de 2012 y reducirá el de 2013. 

El banco de la caja catalana también sufrirá el impacto de las dificultades que le ha traído a Repsol la expropiación de YPF que ha recortado su perímetro y, por lo tanto, el valor de una compañía, de la que Caixabank tiene un 12,82%. Aunque, en este caso, el golpe se ha visto amortiguado, por la curiosa forma contable que la petrolera ha utilizado para configurar las cuentas del último trimestre.

Algunos observadores explican que Repsol habría realizado un curioso ejercicio de prestidigitación contable para conseguir, en definitiva, que no termine de quedar claro el verdadero valor que tenía YPF. De otro modo, si la compañía se hubiera tenido que anotar por completo el descuento patrimonial correspondiente, el impacto de la expropiación hubiera supuesto un golpe mucho mayor en las cuentas que de rebote también habría complicado todavía más el horizonte de Caixabank.

¿Cuánto? Los analistas consultados eluden dar una valoración concreta sobre el particular que consideran muy difícil de cuantificar. Aunque coinciden en que las cifras son muy altas. 

Quizá no tanto como para que el banco de la caja catalana hubiera tenido que salir al mercado a captar recursos propios para cumplir con los estándares de capitalización que ahora le exige la Ley, pero sí lo suficientemente voluminosas como para haber forzado, casi sobre la marcha, la necesidad de aplicar algunos cambios a la estrategia diseñada a principios de año.