lunes, 30 de julio de 2012

Dudas sobre la integridad del dividendo de CaixaBank

http://www.elboletin.com/index.php?noticia=58006&name=mercados
Las vacas flacas a las que se enfrentan algunas de las participadas más preciadas de CaixaBank podrían pasar pronto factura a su política de dividendos. Este es al menos el temor más recurrente que los analistas de la Bolsa española dibujan para la entidad catalana en un medio plazo en el que debe hacer frente a la digestión de Banca Cívica.

Los expertos del parqué consultados por EL BOLETÍN no ven peligro para la cotización de CaixaBank en el medio plazo por los cambios en los dividendos de Repsol y Telefónica, compañías donde ostenta una participación del 13% y del 5,4%, respectivamente. Creen que el precio de la heredera de laCaixa ya ha descontado por completo este flaco favor que, sin embargo, sí que podría desembocar en una revisión a la baja de su política de retribución al accionista.

Hoy por hoy, CaixaBank ofrece a sus inversores una rentabilidad por dividendo del 6,35% a precios actuales. A pesar de esto, señalan algunos analistas, la pauta marcada hace solo unos días por Telefónica podría ser la referencia a seguir por la entidad si se ve obligada a realizar nuevas e inesperadas provisiones por algunos de sus negocios o por la absorción de Banca Cívica. El banco que en su momento integraron Caja Navarra, CajaCanarias, Caja de Burgos y Cajasol pasará a manos de la entidad catalana tan pronto como se cierre un canje de acciones, algo que podría producirse este mismo mes de agosto.

Esta tesis, se apoya principalmente en que cuando la referencia empresarial española que es Telefónica revisó antes de las últimas Navidades su dividendo fueron muchas las cotizadas que siguieron su ejemplo. En este sentido, los analistas destacan que en caso de que CaixaBank decidiera finalmente reducir o suspender temporalmente su pago a accionistas, lo haría arropado por otros grandes bancos y no en solitario, lo que sí supondría una sangría inversora para la entidad barcelonesa.

Tampoco tendrá un gran impacto en la actividad de CaixaBank, auguran los expertos, el que Cataluña haya solicitado el rescate financiero al Fondo de Liquidez lanzado por el Gobierno de Mariano Rajoy. De hecho, su efecto será en cualquier caso mucho menor que eventuales nuevos recortes de dividendo en Repsol, ya sin su filial argentina YPF. También en Abertis, constructora en la que el banco catalán mantiene una participación del 28,5%, se ciernen algunos nubarrones a disipar en su operación cruzada en Brasil y Chile con la concesionaria OHL que podrían resentir la rentabilidad de la presidida por Salvador Alemany y, a la postre, las previsiones para los próximos ejercicios del banco de Isidro Fainé, apuntan los expertos que se muestran más pesimistas con el medio plazo de las cotizadas españolas.

Ante este escenario, el único refugio seguro para hacer caja con sus inversiones parece Bolsas y Mercados Españoles (BME). La catalana posee de forma directa un 5% del operador bursátil español que recientemente ha confirmado su política de dividendos. Una acción con la que BME ha logrado en las últimas jornadas un dilatado ‘aplauso’ inversor y ha alcanzado el 12,2% en rentabilidad por dividendo.

El tiempo dirá si la digestión de las cajas de Banca Cívica o nuevos requerimientos de capital y solvencia confirman los augurios más pesimistas que se ciernen sobre el futuro más inmediato del dividendo de CaixaBank. Un pago con el que, por otra parte, se mantiene su afamada obra social bajo el eslogan de ‘el alma de laCaixa’.