martes, 17 de julio de 2012

La Caixa podría perder el control de Caixabank

Europa no quiere que las cajas de ahorros tengan participaciones mayoritarias en bancos
http://www.eldebat.cat/cast/viewer.php?IDN=62171
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Una de las 32 condiciones, entre macroeconómicas y de control y saneamiento del sistema financiero, que impone Europa a España para otorgar el rescate de hasta 100.000 millones, puede tener una consecuencia muy directa para la primera entidad financiera –en volumen de activos– de España, Caixabank, que tendría que dejar de estar controlada por La Caixa.

Esto es lo que se desprende del borrador de memorándum del rescate, que deja muy claro que la Unión Europea no quiere que las antiguas cajas de ahorros –ahora, bancarizadas– sigan controlando los bancos en que se han transformado. "Las autoridades españolas prepararán, para finales de noviembre de 2012, cambios legislativos para aclarar el papel de las cajas de ahorro en su calidad de accionistas de las entidades financieras, con el objetivo eventual de reducir sus participaciones por debajo del nivel de control", dice textualmente el borrador de memorándum. 

La operación de bancarización de La Caixa
Dejando de lado el matiz de que el objetivo es "eventual", esto se traduciría en el hecho de que la operación que diseñó La Caixa a principios de 2011 para bancarizarse –después de que el Gobierno central decidiera endurecer los requisitos de capital básico–, conservando al mismo tiempo el control de Caixabank, de la cual es la principal accionista, con el 61% del capital, ya no sería válida.

Esta exigencia de Europa, con carácter general, afectaría pues a una entidad que no necesita de entrada capitalización del fondo de rescate, y que ya antes de que lo exigiera la UE decidió transferir sus activos inmobiliarios a un ‘banco malo', provisionándolos a la mitad de su valor. Una actitud considerada entonces cómo de las más prudentes dentro del sector, pero que ahora podría ser inútil para mantener el control de Caixabank. 

Gestión política y conflictos de intereses
Las condiciones europeas, no obstante, apuntan en un sentido general. Y es que la mayor parte de cajas españolas se han visto extraordinariamente afectadas por los activos tóxicos inmobiliarios, hasta el punto de que algunas de ellas han tenido que ser intervenidas por el Estado, y necesitan ahora el rescate europeo. Algo que ha sucedido en menor medida con los bancos. Se considera, también, que esto se ha producido por una falta de control de la gestión de las cajas –en manos de gestores políticos, con posibles conflictos de intereses–, que ahora se quiere modificar a todos los efectos. Esta es una solución que ya se ha aplicado en otros países europeos. El caso más significativo es quizás el de Bélgica, donde se bancarizaron las cajas hace más de 10 años, y el sector no tiene ahora problemas significativos.

Reforma insuficiente
Esta exigencia europea, junto con las otras de tipo financiero, también pondría de manifiesto otra cuestión: que el proceso de saneamiento del sector financiero, y especialmente de las cajas, iniciado por el Gobierno español en los últimos meses, ha sido insuficiente. Y por eso lo impone ahora Europa, como condición para prestar los hasta 100.000 millones de euros del rescate.