domingo, 24 de junio de 2012

Respiro para Santander, BBVA y Caixabank

La noticia es positiva para México. Me refiero al informe del subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, sobre los resultados de la evaluación independiente del sector bancario de ese país que se dio a conocer ayer.
El llamado stress test bancario, el más severo aplicado hasta ahora en Europa, revela que las instituciones españolas Santander, BBVA y Caixabank no requerirán más capital y mucho menos recursos públicos; son solventes y pueden absorber cualquier escenario adverso. Los dos primeros bancos tienen subsidiarias en México (Santander México y BBVA Bancomer), y Caixabank tiene una participación accionaria en Grupo Financiero Inbursa.
La noticia es positiva para nuestro país porque se disminuyen tentaciones, por llamarlas de alguna forma, de que se les pida recursos crediticios a las subsidiarias mexicanas para apoyo del sector productivo, del gobierno español o los gobiernos europeos.
Este análisis lo hicieron los consultores independientes Oliver Wyrman y Roland Berger sobre 14 grupos bancarios españoles que representan alrededor de 90 por ciento del sistema financiero. Concluyeron que en general los bancos requieren entre 51 mil y 62 mil millones de euros de capital para fortalecer su solvencia y enfrentar con holgura un posible (casi seguro) agravamiento de la crisis. La cifra es menor a 100 mil millones de euros autorizada por el eurogrupo a España.
El resultado también confirma las conclusiones presentadas en días pasados por el Fondo Monetario Internacional, donde destacó que Santander y BBVA tenían una elevada capacidad de capital y de provisiones.
En el caso de Santander, hay que recordar que del total de utilidades del grupo, 56 por ciento proviene de mercados emergentes en crecimiento (México aporta 13 por ciento), y 31 por ciento de mercados desarrollados estables como Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos.
Un tema importante ahora será saber si las calificadoras de valores, en especial Moody’s y Standar & Poors, mejoran el grado de inversión por lo menos de los tres principales bancos de España, y si se recupera algo de confianza de los inversionistas en general. Es jalón de orejas para los especuladores.
Hay que recordar que la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo quiere establecer nuevas normas para que las agencias calificadoras “sean responsables de los daños que causaron”, por no profundizar en su análisis de riesgo del sistema bancario y empresarial, y que aumente la competencia en el sector.