Los evaluadores cifran entre 60.000 y 70.000 millones el agujero de la banca
Santander, BBVA, Caixabank y Sabadell, entre las que aprueban los test de estrés . Las consultoras contratadas por el Gobierno sitúan las necesidades por debajo del límite del rescate
Los informes sobre la situación del sector financiero español encargados por el Gobierno a las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger indican que la banca necesita una inyección de capital de entre 60.000 y 70.000 millones de euros, según los primeros datos filtrados a las entidades. Ese diagnóstico servirá de base para determinar el alcance preciso del rescate que España recibirá de Europa y para identificar qué bancos o cajas de ahorros necesitan ese auxilio. Los cálculos están dentro del máximo de 100.000 millones que Europa está dispuesta a prestar al Estado español para la banca. Las evaluaciones concluyen además que buena parte del sector precisará de apoyo y que las corporaciones con mayores dificultades de viabilidad son las ya nacionalizadas: Bankia, CatalunyaCaixa, Banco de Valencia y Novagalicia Banco.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció estos días que mañana, jueves, se conocerán los resultados de los exámenes encargados a la firma estadounidense Oliver Wyman y a la alemana Roland Berger. Las pruebas consisten en nuevas pruebas de estrés con los que se mide la capacidad de la banca de resistir ante la hipótesis de un empeoramiento del clima económico -una recesión profunda y prolongada-. Los informes ya están en poder de la Moncloa y al sector financiero han llegado los primeros datos: se estima que en los escenarios que trazan ambas consultoras los bancos necesitarán nuevas provisiones por valor de unos 100.000 millones de euros para cubrir el deterioro de sus activos -impagos y morosidad del crédito, depreciación de participaciones empresariales...-. Ese volumen de nuevas provisiones se suma a los más de 80.000 millones -además de nuevas exigencias de capital- que impusieron las dos reformas financieras aprobadas por el Gobierno los pasados febrero y mayo. El sector ya da por hecho que se verá obligado a una nueva y multimillonaria tanda de provisiones, esta vez para cubrir no sólo los riesgos más directamente vinculados al sector inmobiliario -crédito a promotores, principalmente-, sino también los asociados a las hipotecas de particulares, préstamos al consumo y a pymes.
La exigencia de tal nivel suplementario de provisiones abrirá nuevas necesidades de capital para aquellas entidades que no sean capaces de generar los recursos necesarios vía beneficios o por otros cauces ordinarios. Y ese déficit o agujero de capital es el que, según fuentes del sector, Oliver Wyman y Roland Berger sitúan entre 60.000 y 70.000 millones de euros. Los bancos que estén en la lista de los que deberán recapitalizarse habrán de recurrir a la ayuda del rescate europeo si no logran los fondos en el mercado -mediante ampliaciones de capital, venta de activos con plusvalías...-.
Lo que se conoce sobre los referidos informes indica que la relación de bancos y cajas que necesitarán algún tipo de ayudas va a ser larga. Entre otros, estarían fuera de esa lista el banco Santander, BBVA, Caixabank y el Sabadell, en este último caso en parte gracias al Esquema de Protección de Activos (EPA) que limita los riesgos contraídos por la entidad con la integración de Caja del Mediterráneo (CAM). Otros bancos y cajas de tamaño mediano necesitarían algún nivel de apoyo, según indicaron fuentes financieras.
