jueves, 13 de septiembre de 2012

Repsol, Caixa, Popular

El diario Expansión, cuyos hilos maneja no se sabe quien en el enredo de los anunciados cambios en la cúpula de Repsol y de la presunta fusión por absorción del Banco Popular por Caixabank (La Caixa) se ha lanzado a palos en contra del presidente de Repsol, Antonio Brufau, a quien injustamente ha culpado de la crisis de YPF. De la que es responsable la presidenta argentina Cristina Fernández de Kichner, y el errático gobierno de Rajoy, que primero amenazó a Kichner y luego reculó para finalmente jugar al relevo de Brufau para recomponer, sobre su cabeza, la tensa relación entre los gobiernos de Madrid y Buenos Aires.
La operación de este relevo en Repsol se ha visto complicada y mezclada con la posible absorción del Banco Popular -hoy en serios apuros- por Caixabank, lo que ha facilitado rumores sobre la posible sustitución del Consejero Delegado de Caixabank, Juan María Nin, en beneficio del aún presidente del Popular, Ángel Ron (el gran responsable de los problemas de este banco), lo que llevaría, a J. M. Nin hacia la presidencia de Repsol según alguno de los implicados en esta operación, lo que repetiría, a manos de Fainé, el caso de la salida de Brufau de La Caixa camino de la petrolera Repsol de la que ahora lo quieren sacar, y que podría abrir una nueva brecha en Gas Natural, la otra energética en la que La Caixa tiene una posición dominante.
Un traslado de Nin que suena a disparate por la enorme capacidad de gestión bancaria del Consejero Delegado de Caixabank (en el que tienen puestos sus ojos tanto BBVAcomo Banco Santander), y menos aún para ser sustituido por el citado Ron, quien ha tejido un sin fin de intrigas con De Guindos, Aznar y aliados próximos al Opus Dei (fuertemente representado en el Consejo del Banco Popular, y empeñado en su salvación).
Y a no perder de vista la movida que todo esto está provocando en el seno de empresas del sector energético, como Gas Natural -socia de Repsol-, o en Endesa eIberdrola que siguen de cerca la operación. Un tejemaneje en el que el presidente de La Caixa y Caixabank, Isidro Fainé, tiene el máximo poder de decisión, y en el que ha aparecido -como en casi todas las quinielas políticas y empresariales que circulan por Madrid-, el ambicioso consejero múltiple, Josep Piqué, que fue ministro de Industria y Exteriores con Aznar. El ex presidente que parece muy activo en la intriga y que, recientemente, se reunió en Marbella con Ron y De Guindos, entre otras cosas para hablar del negro futuro del Banco Popular.
¿Salvar a Ron y al Popular, para poner en cuarentena a todo lo demás, y meter Caixabank en los problemas del Banco Popular, después que el banco de La Caixa saliera milagrosamente ileso de la pretendida y fallida fusión con Bankia (Caja Madrid), gracias a la soberbia y la ceguera de Rato?
Extraña operación múltiple esta de Repsol, Caixabank y Banco Popular con Expansión -diario siempre muy próximo al Opus Dei- jaleando la intriga de sus allegados y maltratando a Brufau, quien actuó de acuerdo con la legalidad en YPF, salvó a Repsol de la crisis de Libia y de las intrigas de Sacyr y Pemex y logró unos acuerdos importante con China, Brasil y Perú en el sector de las prospecciones de petróleo y del gas.
Otra vez y, una vez fracasado el asalto de ACS a Iberdrola, vamos camino de un nuevo culebrón político, financiero y empresarial en un tiempo poco propicio para mudanzas arriesgadas, y menos aún en plena crisis financiera española y en medio de los desafíos al Estado español del levantisco nacionalismo catalán.