domingo, 22 de abril de 2012

Economía CaixaBank paga cara su expansión internacional

La política de expansión internacional que inició La Caixa hace cuatro años amenaza ahora con costarle caro a CaixaBank, que ha heredado varias de las inversiones de la caja catalana. Fue el caso el año pasado de la participación en Erste Bank, que obligó a una provisión extraordinaria, y amenaza ahora con serlo en BPI.

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Año III - Madrid, del viernes 20 al lunes 23 de abril de 2012

Las acciones del banco portugués cotizan a día de hoy en 0,40 céntimos de euro, con una capitalización bursátil de la entidad de apenas 403,902 millones de euros. CaixaBank controla un 30,1% de BPI, por lo que la participación de la entidad catalana está valorada en el mercado en algo más de 121 millones de euros.

Según los últimos datos de la memoria anual, al cierre de 2011 esta misma participación estaba valorada en 375 millones. En 2009, último año en que La Caixa adquirió acciones del banco portugués, la cifra ascendía a 574 millones, más de lo que vale el total de BPI hoy a precio de mercado.

A pesar de esta baja cotización, CaixaBank aún no ha realizado ninguna provisión sobre su participación en BPI, ya que sólo es obligatorio realizar una acción similar si se reduce el valor contable de la entidad, algo que por el momento no ha ocurrido. No obstante, el banco portugués se encuentra en una situación muy complicada debido a su exposición a la deuda lusa, a la que se aplicó un haircut del 20% en los últimos ‘test de estrés’ realizados a la banca europea.

En los corrillos financieros corre ahora el rumor de que BPI podría seguir los pasos de Banco Espirito Santo y realizar una ampliación de capital a un fuerte descuento. En ese caso, aún es una incógnita si CaixaBank acudiría a la operación, aunque ayer mismo el consejero delegado de la entidad catalana, Juan María Nin, aseguró estar “encantado” con su posición en el BPI.

“Las acciones valen mucho porque representan un banco excelente que tiene una posición privilegiada en la economía portuguesa y que da servicio y soporte a sus clientes”, destacó Nin, que añadió que CaixaBank no tiene una visión “cortoplacista” en BPI, sino como “inversor serio a largo plazo”. “Estamos en BPI, vamos a continuar con BPI y nuestros vínculos se van a estrechar más en el futuro y así lo demostraremos próximamente”, recalcó.

BPI amenaza con seguir los pasos del austríaco Erste Bank, del que CaixaBank controla casi el 10% y que en el año pasado supuso un duro lastre para los beneficios de la entidad que preside Isidro Fainé.

El banco de La Caixa tuvo que amortizar 159 millones de euros por su participación en Erste Bank, después de que el grupo austríaco tuviese que afrontar unas duras cargas por préstamos incobrables, pérdidas en CDS y amortizaciones en sus unidades de Hungría y Rumania. La Caixa comenzó a comprar títulos de Erste Bank en 2008 hasta alcanzar el 10% del capital e invirtió unos 1.300 millones de euros.

La cartera de empresas cotizadas de Caixabank comprende, junto a las participaciones en BPI y Erste Bank, otras apuestas mucho más rentables. Al cierre de marzo, controlaba el 5,1% de Telefónica, el 12,8% de Repsol, el 5% de BME, el 20% de GF Inbursa, el 17,1% de BEA y el 20,7% de Boursorama.