El Economista Viernes, 20 de Abril de
2012
La cifra es inferior a la estimada por los expertos
Caixabank tiene previsto cerrar entre 500 y 600 oficinas de su red cuando
materialice la absorción de Banca Cívica, según fuentes financieras. La cifra
será menos del 10 por ciento del número de sucursales con las que contará tras
la operación, aunque aún no es definitiva, pues se analiza la situación de cada
una de ellas y las duplicidades. Además, también es inferior a las estimaciones
calculadas por algunos expertos, que situaban el cierre cerca del doble.
Así, el grupo catalán pasará a tener unas 6.000 oficinas tras el plan de
ajuste, frente a las más de 6.500 que poseerá tras la adquisición de Cívica.
El objetivo de Caixabank es mantener, al menos, un 15 por ciento de cuota de
mercado en todos los ámbitos de actuación en España, que se marcó en el plan
estratégico 2011-2014. Con la adquisición, la cuota en oficinas alcanza el 16,2%
en el conjunto del territorio.
La semana pasada el consejero delegado, Juan María Nin, indicó que tal
presencia permite un ajuste de red comercial y dio a entender que se limitaría
hasta reducir la cuota en 1,2 puntos porcentuales. Fuentes de la entidad
señalaron a elEconomista que aún no hay nada decidido y es pronto para
cuantificar los cierres.
La compra de Cívica ha adelantado el cumplimiento del plan de crecimiento
de Caixabank tres años. La entidad se ha convertido en la mayor en España,
con unos activos de 342.000 millones, y le ha situado en la primera posición del
sector por gestión de créditos, depósitos, nóminas y pensiones.
Negociación del protocolo
La precisión del ajuste, de sucursales y de plantilla, empezará tras la junta
de accionistas del jueves. Enctonces se comenzarán a detallar todos los aspectos
del proceso de fusión y abrirán la mesa laboral con los sindicatos. En las
últimas semanas los máximos responsables de ambas entidades han realizado
reuniones para avanzar en las negociaciones del protocolo de fusión.
Los consejos de administración de Caixabank y Cívica aprobaron el acuerdo
de integración antes de Semana Santa, por el que la primera ofrece un canje
de un título por cada ocho de la segunda. La valoración se fijó con un descuento
del 11% sobre la cotización de entonces y de un 27% sobre el precio de salida a
bolsa en verano. En concreto tasó la cotización de Cívica en 1,97 euros por
título. El viernes cerró a 1,59 euros.
La poca presencia de Cívica en Cataluña y de Caixabank en Navarra, Canarias y
Castilla y León hacen que las duplicidades de red sean menores que en otros
procesos de integración en el sector en los últimos años, que ha obligado a
cerrar más del 13 por ciento de las sucursales. Las principales redundancias de
oficinas, en el caso de Caixabank y Cívica se producen en Madrid y Andalucía. La
operación facilitará el dominio del nuevo grupo en los territorios de origen de
los socios de la adquirida. En Navarra multiplicará por cuatro su presencia,
hasta el 34%; en Canarias, por 2,4, al 28%; en Andalucía, la duplicará hasta el
20%; y por 1,5 hasta el 13,1% en Castilla y León.
Caixabank calcula que los costes del proyecto y de la reestructuración serán
de 1.100 millones . Buena parte de éstos corresponderá al ajuste de
trabajadores, que en la medida de lo posible se harán a través de
prejubilaciones. Pero los recortes ayudarán a elevar las sinergías en los
próximos años, que Caixabank espera que alcancen los 540 millones en 2014 y
dejen el ratio de eficiencia bajo el 49%. El grupo se constituirá en el
tercer trimestre de 2012 con una eficiencia del 56%. Cuando se materialice, la
catalana iniciará los trámites para integrar la plataforma tecnológica de las
cajas socias de Cívica.
Plan de fusión de Ibercaja
Para entonces, Caixabank estima que habrá devuelto los 977 millones que
inyectó el Estado en Cívica para su constitución por participaciones
preferentes. Así, dejará de pagar un 8 por ciento por estas deuda que
contabiliza como capital, resta márgenes y lastra la cuenta de resultados
Ibercaja ofrecerá un canje de 2,66 acciones por cada título de Caja3, que
atenderá mediante una ampliación de capital que valora a la absorbida en 533,6
millones, según el proyecto común de fusión formulado por sus consejos de
administración. La fusión, destinada a satisfacer las exigencias de provisiones
para limpiar sus balances de activos inmobiliarios, conllevará la emisión de un
número máximo de 533.625.000 acciones, según Ep.
El capital social de Ibercaja asciende a 2.134,5 millones, el de Caja3 se
sitúa en 200 millones. Tras el canje, las cajas socias de Caja3 mantendrán un
20% del capital de Ibercaja. El grupo resultante generará una entidad de 65.000
millones de activos y un volumen de negocio de 104.000 millones.